01 Dic Tipos de chimeneas de obra

Una chimenea es un dispositivo para calefactar la casa, pero también es un elemento de decoración. Su presencia consigue convertir una vivienda en un auténtico hogar, pero para lograr ese efecto tenemos que elegir bien entre los diferentes tipos de chimeneas de obra que podemos instalar.

Veamos qué modalidades existen y qué deberíamos tener en cuenta antes de elegir la más adecuada para nuestra casa.

Qué tipos de chimeneas existen en el mercado

Las chimeneas se clasifican en función de su método de combustión, y hoy en día puedes encontrarlas desde las más clásicas como las de leña a las más modernas como las eléctricas, que ni tan siquiera necesitan de una salida de humos.

Chimeneas de leña

Son aquellas en las que el calor se consigue a través de la quema de troncos de madera. Son las que más calor generan, pero su presencia es cada vez menos habitual en las casas porque por muy protegidas que estén siempre se acaba escapando algo de ceniza.

Eso sí, en cuanto a confort no hay nada más agradable que sentarse a tomar una buena copa de vino conservado en cavas de vino a medida frente a un fuego ardiendo en la chimenea.

Chimeneas a gas

Su presencia en España todavía no es muy habitual, aunque sí son muy populares en el resto de Europa. En ellas la combustión se hace exactamente igual que en una cocina de gas. Basta con pulsar un botón para que la chimenea se ponga en funcionamiento, y lo mismo para apagarla totalmente.

Entre sus grandes ventajas hay que destacar que estas chimeneas no generan ningún tipo de residuo y son muy seguras.

Chimeneas de bioetanol

El bioetanol es un combustible que se obtiene mediante la fermentación de materias ricas en hidratos de carbono, así que su quema es totalmente limpia. En consecuencia, no hace falta instalar una salida de humos.

Se trata de chimeneas que incluso pueden ser portátiles y se pueden llevar cómodamente de una estancia a otra. Su principal inconveniente es que el combustible que emplean es caro y se consume bastante cantidad para conseguir unas horas de calor.

Chimeneas eléctricas

Tienen una estética muy similar a la de las chimeneas de combustión, pero aquí no hay combustión como tal. El calor se consigue a través de una resistencia eléctrica, mientras que el efecto de fuego se logra con luces LED.

A pesar de ser bonitas, hoy en día no son la opción más eficiente si tenemos en cuenta el elevado precio de la luz.

Tipos de chimeneas de obra

Si ya tienes claro qué tipo de combustión quieres para tu chimenea, es momento de escoger el modelo de obra que necesitas. Un estudio de decoración puede serte de especial utilidad en este caso, ayudándote a elegir el modelo que mejor encaja con el resultado final que quieres para tu hogar.

Chimeneas de yeso

Son los modelos clásicos que vemos en las regiones mediterráneas, en los que el hueco destinado a la combustión se remata con unas columnas y una repisa elaboradas a base de yeso.  Tienen un mantenimiento muy sencillo y consiguen transmitir a la estancia un aspecto elegante y atemporal.

Chimeneas de piedra

Recubrir de piedra toda la pared que cubre el tiro de la chimenea es algo muy habitual en las casas de estilo rústico y en las casas de campo. Sin embargo, esta tendencia también ha llegado a las viviendas de estilo mucho más moderno.

El revestimiento consigue darle todavía más protagonismo a esa zona de la estancia en la que está instalada la chimenea.

Chimeneas de ladrillo

En esta modalidad lo que se hace es aplicar ladrillos alrededor del hueco para la combustión. Es un diseño clásico que queda especialmente bien cuando lo que se está usando es una chimenea de leña.

Cómo elegir la chimenea ideal

Hay muchos tipos de chimeneas de obra diferentes y también hay varias opciones para elegir en cuanto a combustión. Entonces, ¿qué modalidad escoger para tu hogar?

Todo depende de las condiciones de tu casa y de tus gustos. Si no puedes hacer una chimenea de obra porque no puedes sacar el tiro, por ejemplo, si vives en un piso, entonces te pueden interesar opciones libres de humos, como las chimeneas de bioetanol o las eléctricas. Hay modelos de diferentes estilos que pueden encajar en decoraciones que van desde lo más moderno a lo más clásico.

Si tienes salida de humos y quieres disfrutar de la sensación de chimenea en su versión más auténtica, entonces escoge una chimenea de leña, ya sea de yeso, de piedra o de ladrillo. Eso sí, es recomendable que pongas un insert que la cierre, así tu casa se manchará mucho menos y aumentarás el poder calorífico de la chimenea.

En caso de que quieras algo más limpio y seguro, deberías decantarte por una chimenea de gas. Puedes escoger un modelo de última generación que use corrientes de aire para darle movimiento a las llamas y conseguir un efecto más bonito.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que el tamaño de la chimenea debe ser acorde a la estancia. Esta no debe ser demasiado grande, pero tampoco ser tan pequeña como para pasar totalmente desapercibida.

Dado que se trata de un elemento de climatización, asegúrate de que la instalación está hecha con la máxima calidad posible y de que el sistema de extracción de humos funciona bien. Para hacer esta obra vas a necesitar solicitar una licencia de obra menor en tu Ayuntamiento.

Un último consejo. Si escoges un modelo de combustión, mejor instalar uno de doble cámara, porque aprovecha los humos y consigue aumentar la eficiencia calorífica hasta un 85 % en el caso de la leña.

Existen muchos modelos de tipos de chimeneas de obra, pero cualquiera de ellos puede dar buenos resultados en tu casa. La clave para obtener la estética y el ambiente que te gusta es que escojas bien la versión que mejor encaja con tu estilo de vida y con tu hogar.