Pavimentos recomendados para suelo radiante

Saber cuáles son los pavimentos recomendados para suelo radiante es una buena forma de empezar a tomar decisiones de cara a mejorar la climatización de tu hogar. Porque no todos los suelos son adecuados cuando has elegido que la calefacción salga directamente desde abajo hacia arriba.

Para entender mejor cómo puede influir el pavimento en el grado de confort en casa cuando tienes calefacción por suelo radiante, es importante aclarar primero una serie de conceptos.

¿Qué es la calefacción por suelo radiante?

Es un sistema de calefacción en el que todo el sistema queda oculto bajo el suelo, no viéndose ningún elemento exterior como los voluminosos y antiestéticos radiadores a los que estamos acostumbrados.

El sistema de calor radiante recubre todo el suelo de la vivienda, y se puede utilizar incluso cuando se trata de distribuir una casa de dos plantas.

Mientras que la calefacción central lo que hace es calentar el aire de la habitación, la radiante consiste en una canalización de la fuente de calor por debajo del suelo. Esto permite que el calor emane de forma homogénea por toda la casa y todas las estancias a través de un sistema de tuberías o de cableado, porque hay dos modalidades:

  • Suelo radiante por agua caliente: funciona a través del agua caliente sanitaria. Debajo del suelo se instala un entramado de tuberías por las que circula el agua, cuyo calor se transmite a la superficie. En este caso la temperatura del agua es inferior a la utilizada en un sistema de calefacción con radiadores, por lo que el consumo eléctrico es menor.
  • Suelo radiante eléctrico: se instalan cables conductores distribuidos por toda la superficie del suelo y son estos los que se encargan de irradiar calor. Es un sistema que funciona a través del suministro eléctrico, por lo que puede ser necesario contratar una potencia eléctrica superior para evitar que salte la luz cuando se tienen conectados varios electrodomésticos.

Ventajas de la calefacción por suelo radiante

La casa gana estéticamente

Sí, porque como todo el sistema de climatización queda oculto bajo el suelo no se ven los radiadores propios de viviendas que cuentan con un sistema de calefacción central.

Así las paredes quedan mucho más despejadas y no existe el riesgo de que niños o mascotas puedan tocar los radiadores y quemarse.

No hay zonas frías

El circuito está dividido en varias áreas y puedes cerrar la entrada de calor a aquellas estancias que no sueles utilizar, lo que contribuirá a un mayor ahorro. Con respecto a las zonas de la casa en las que sí está funcionado la climatización, el calor se expande de forma homogénea. Toda la habitación estará siempre caldeada por igual.

Además, como el calor se desplaza de abajo hacia arriba no sientes tanta diferencia de temperatura en tu cuerpo. Incluso puedes darte el lujo de andar descalzo por casa, puesto que el suelo está caliente.

Mejora del bienestar

Gracias al suelo radiante el ambiente no se reseca tanto y se reduce la circulación de polvo. Esto mejora la sensación de bienestar de todos los que están en la casa y reduce el riesgo de que aparezcan problemas respiratorios.

Puedes ventilar la casa tranquilamente durante el tiempo necesario y no habrá una pérdida significativa de temperatura en el interior.

Es más eficiente

Hoy en día el suelo radiante es uno de los sistemas de climatización más eficientes que existen. Consigue mantener las estancias a una temperatura óptima a la vez que reduce el consumo energético necesario para ello.

Calienta las estancias más rápido que la calefacción central y consigue buenos resultados de confort con temperaturas más bajas. Si se combina su uso con un buen termostato, tanto el ahorro como el confort pueden multiplicarse.

Pavimentos recomendados para suelo radiante

La particularidad de este sistema de climatización es que queda oculto bajo el suelo, así que es importante elegir bien el pavimento que vamos a colocar encima para asegurarnos de que este transmite bien el calor.

En este caso, desde nuestro estudio de interiorismo profesional aconsejamos escoger un suelo fabricado a base de materiales que permitan una buena conductividad térmica para dar una mayor salida al calor.

Suelos de madera

La madera es un material muy bonito cuando se utiliza como pavimento en las viviendas, pero no siempre es del todo compatible con el suelo radiante. Porque es un material que destaca por su capacidad aislante.

Si quieres usar parquet o suelo laminado en combinación con un sistema de climatización por suelo radiante, asegúrate de que las láminas a instalar sean delgadas y poco densas. Si escoges un material con mucha densidad este actuará como aislante e impedirá que el calor de la climatización llegue a la superficie.

La regla general al usar pavimentos de madera con suelo radiante es que la superficie no debe tener una temperatura por encima de los 27 °C.

Suelos de cerámica y piedra

Son los pavimentos recomendados para suelo radiante por excelencia debido a su alta conductividad térmica. Esto quiere decir que el calor se transfiere rápidamente a través de toda la superficie. Por otro lado, son materiales que son capaces de mantener la temperatura durante mucho tiempo. Esto te permite seguir disfrutando de una temperatura confortable en casa durante un buen rato incluso una vez que hayas apagado la calefacción.

Otra de sus ventajas es que aguantan más calor. Se pueden llegar a calentar a una temperatura de hasta 29 °C.

Si crees que en tu caso es mejor instalar suelos de cerámica o piedra para sacarle todo el partido posible al suelo radiante, pero te encanta la estética de los pavimentos de madera, no hay problema. Hoy en día no es complicado encontrar suelos cerámicos que imitan a la perfección a la madera. Así tienes todas las ventajas de un suelo de cerámica y la preciosa estética que aporta un suelo de madera.

Ahora que ya sabes cuáles son los pavimentos recomendados para suelo radiante, es hora de plantearte hacer un cambio en la climatización y la estética de tu hogar. Ganarás en estilo, en confort y también conseguirás una casa más eficiente energéticamente.

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