08 Nov Cómo distribuir una casa de dos plantas

La dificultad más común a la hora de organizar una vivienda no viene tanto de la distribución de los elementos sino del espacio disponible. Muchas viviendas cuentan con una superficie reducida que obliga a buscar soluciones imaginativas para convertirla en agradable estéticamente a la par que funcional, siendo esto último el objetivo prioritario. Sin embargo, cuando el espacio no es problema, te lanzamos una pregunta, cómo distribuir una casa de dos plantas.

Aparentemente, y solo es así, las viviendas de dos plantas son más generosas en cuanto a dimensiones, con estancias bien definidas. En esas circunstancias la gran duda es acertar con el diseño y la distribución. La principal recomendación pasa por dejarse asesorar por un buen estudio de interiorismo experimentado, pero el objetivo final es que la casa resulte confortable y eficiente.

¿Qué espacios va a incluir la vivienda?

El primer punto que hay que cubrir es satisfacer las necesidades de las personas que habiten la vivienda. Por norma general las casas cuentan con cocina, baño, salón y dormitorios. Esa es la fórmula básica, pero a partir de ahí entran en juego otras muchas consideraciones.

Si se trabaja desde casa será necesario habilitar una zona de despacho u oficina, si hay niños convendrá también disponer de un área de juegos. Por otra parte, es habitual que en las viviendas de dos plantas se sitúen dos zonas de aseo: un cuarto de baño propiamente dicho y una estancia más pequeña a modo de toilette, equipada con lavabo, inodoro y, en ocasiones, un plato de ducha.

Responder a estas preguntas sirve para satisfacer tus necesidades como usuario. ¿Qué prefieres, una cocina cerrada o un espacio abierto al salón y el comedor? Los pequeños, ¿van a compartir dormitorio? No olvides tampoco un espacio de descanso para invitados. La resolución de todas estas cuestiones depende tanto de las necesidades de tu familia como del espacio disponible.

Prestar más atención a las estancias más habitadas

A pesar de que todos los espacios deben ser igualmente cuidados, no cabe duda de que hay estancias que son más relevantes. En los últimos años la cocina ha pasado de ser un lugar exclusivo para cocinar y fregar los platos, tareas que pueden resultar muy monótonas, a ser un espacio más de convivencia.

Las cocinas abiertas han promovido ese fenómeno, al igual que la aparición de estructuras como las islas de cocina o la innovación en servicios domóticos. Ponemos la cocina como ejemplo porque, si te gusta la gastronomía, será buena idea dotar de más importancia a este espacio.

Más allá de este ejemplo, en todas las viviendas se pueden distinguir dos áreas bien diferenciadas: las de uso diurno y las de nocturno. Las primeras son más para convivir y las segundas son de descanso.

Otra forma de clasificar las estancias es por las actividades a realizar. Cocina y baño son espacios para hacer tareas concretas. A pesar de que también son estancias para la relajación y la convivencia, esto último se reserva más para el salón y las zonas de estar. Esta fórmula para distinguir estancias supone una gran ayuda para distribuir la vivienda.

Las habitaciones en la planta de arriba y el resto en la planta baja

Otra tendencia clásica a la hora de distribuir una vivienda de dos plantas es ocupar la zona superior con las habitaciones y el baño. La planta baja se reserva para el resto de las estancias: recibidor, cocina, salón, comedor, un baño pequeño y zona de despacho.

El objetivo con esta distribución es ganar en privacidad. Se entiende que las habitaciones son el lugar más recogido, donde se conserva más intimidad. A priori su uso es solo para descansar y dormir, por lo que habrá que buscar un espacio alejado de los ruidos cotidianos. En niños y adolescentes el dormitorio también puede ser su espacio de independencia, con área de juegos, escritorio y zona de lectura.

No obstante, a esta fórmula también se le puede dar una vuelta. Incluir una zona de intimidad en la planta baja, como un dormitorio, será de gran utilidad a medida que se va envejeciendo. Cuando se cumplen años es más complicado subir y bajar escaleras.

Funcionalidad sin renunciar al estilo

Hay algunos espacios en la vivienda que hacen bien en situarse ocupando una zona determinada porque resulta más práctico a nivel funcional. Es el caso del baño y la cocina, que requieren de instalaciones de agua y luz.

El salón y las zonas de convivencia son lugares en los que se agradece mucho la presencia de luz natural. Con respecto a la iluminación, cuanta más entrada de rayos solares haya en la vivienda mejor.

Esto puede llevarte a deshacerte de muros y paredes para ocupar estancias abiertas y dar continuidad al espacio interior con acceso directo al porche. En esos casos, el modo de separar visualmente áreas que son continuas entre sí es mediante el uso de mobiliario o con la decoración.

Por otra parte, no debes olvidar una zona para el lavadero. En España es común que la lavadora esté integrada en la cocina, por la falta de espacio de muchas viviendas, pero si tu casa cuentas con dimensiones suficientes, lo mejor será habilitar un pequeño espacio para este uso, independiente de otras áreas, y que se sitúe cercano a una zona luminosa y exterior en la que tender la ropa.

Sacar partido del viento y el sol

Un último punto imprescindible para distribuir de manera acertada una vivienda de dos plantas es darle continuidad a la luz natural y el viento que entra desde el exterior. Si tu casa está suficientemente aireada, el confort interior será mucho mayor. Lo mismo ocurre con la iluminación natural, que te servirá para reducir el consumo de energía eléctrica.

Es importante que el aire circule, para que la vivienda esté ventilada. Y que la luz llegue a muchos rincones. Jugar con los espejos, acertar en la decoración con tonos que reflejen esa luz y usar cortinas o ventanas que dejen pasar los rayos de sol hará que la casa sea más habitable.

Hasta aquí nuestros consejos básicos sobre cómo distribuir una casa de dos plantas. Lo principal para completar esta tarea con éxito es tener bien claras tus necesidades, dejarte asesorar y conseguir espacios que realmente satisfagan tus gustos.