01 Dic Diseños de casas de campo de una planta: qué debemos tener en cuenta

El diseño de casas de campo de una planta es algo diferente al de otro tipo de viviendas y, por tanto, hay una serie de particularidades que no debemos pasar por algo en ningún caso. Vamos a ver con más detalle cómo podemos distribuir el espacio disponible y aspectos que harán que tu nueva casa sea el hogar de tus sueños.

Tipos de casas de campo

Antes de profundizar en lo que es la distribución, conviene que hagamos un acercamiento a las tipologías de casas de campo más habituales en nuestro país.

El cortijo

La mayor particularidad de este tipo de vivienda es que se erige siempre en solitario, y puede estar tanto en el campo como en la montaña.

Originariamente, los cortijos eran viviendas asociadas al trabajo en el campo, pero en la actualidad son casas grandes que suelen usarse a modo de segunda residencia. Su ubicación en un lugar tranquilo hace de ellas un espacio perfecto para el descanso y el relax.

La arquitectura típica del cortijo suele ser una casa de dos plantas. En la planta de abajo están las zonas comunes (con la cocina como gran protagonista) y en la planta superior las habitaciones. La casa suele contar, además, con un gran jardín y algún habitáculo para los animales.

La masía

La masía es un tipo de construcción propia de los entornos rurales de Cataluña, también presente en algunas regiones de Italia. Tradicionalmente habitada por familias nobles, estas construcciones siguen el esquema típico de las casas coloniales.

Un espacio central destinado a patio al que se le da mucha importancia y, en el centro de este, la vivienda y los refugios para los animales.

La cabaña

Esta construcción típica de la campiña inglesa ha tenido mucha influencia en el diseño de casas de campo de una planta actual. Lo que se busca hoy en día es un exterior que recuerde al pasado (con materiales naturales como la madera y la piedra) y un interior con todas las comodidades.

La casa moderna

Una casa de campo no debe tener necesariamente un estilo clásico. Hay quien prefiere una vivienda de estilo mucho más moderno, pero instalada en un entorno de naturaleza. La combinación de materiales de construcción de toda la vida y de materiales más modernos puede dar lugar a construcciones únicas.

Cómo distribuir una casa de una planta

Un estudio de interiorismo puede ser de gran ayuda a la hora de diseñar el interior de una vivienda de una sola planta, porque en este caso se vuelve imprescindible distribuir bien los espacios para que la casa resulte cómoda y bonita.

Lo primero que hay que tener en cuenta son las necesidades de los moradores. Esto nos puede dar una idea sobre cuestiones importantes como el número de habitaciones y de cuartos de baño que hacen falta.

También hay que tener claro si el propietario es un amante de los espacios abiertos o sí, por el contrario, prefiere que cada estancia esté aislada del resto. En muchos casos lo que se hace es una combinación de estas fórmulas.

Las zonas comunes comparten un mismo espacio (el salón y la cocina) y el resto de estancias tienen más intimidad.

Con independencia de los gustos y de las necesidades de los habitantes de la casa, un punto importante para tener en cuenta es el de la iluminación. El diseño debe estar hecho de tal forma que la casa pueda aprovechar al máximo la luz natural en todas sus estancias.

Además, la distribución interior debe ser lo más lógica posible. En ese sentido, la mayoría de las personas prefieren que las zonas de uso común y el baño de los invitados estén más cerca de la puerta, mientras que las habitaciones se sitúan en la parte más alejada de la entrada para preservar su intimidad.

Por último, ya que todo el espacio está distribuido en una sola planta, hay que procurar que todo el suelo esté a la misma altura y no haya pequeños escalones que puedan suponer un obstáculo para los moradores.

Qué debemos tener en cuenta si se trata de una casa de campo

Si el diseño con el que estamos trabajando es el de una casa de campo, hay elementos que deben tener un especial protagonismo.

Los materiales

Para empezar, es aconsejable que tanto la madera como la piedra tengan presencia dentro de la vivienda. La piedra se puede incorporar en rincones como la chimenea (una chimenea es esencial en una casa campestre), mientras que la madera se puede incorporar tanto en el suelo como en el techo a través de vigas que queden a la vista.

El estilo

Aunque la decoración es algo que queda al gusto de los propietarios, en estos casos siempre es aconsejable introducir algún elemento con un toque rústico. Por ejemplo, una gran mesa de madera en el comedor.

La luz y las vistas

Al tratarse de una vivienda que está en el campo, no podemos desaprovechar la belleza del exterior. Así que en este caso hay que apostar por grandes ventanales y puertas dobles que permitan una fácil salida al exterior. A fin de disfrutar de las vistas durante todo el año, es mejor vestir las ventanas con textiles ligeros y que dejen ver lo que hay al otro lado.

El exterior

Otro elemento que no puede faltar cuando se trata de una casa de campo es un porche, ya sea abierto o cerrado para poder disfrutarlo durante todo el año. Debe tratarse de un espacio acogedor y decorado solo con lo esencial.

Decoración y textil

Dado que una casa en el campo es para descansar y relajarse, en el interior hay que añadir diferentes elementos que le aporten ese toque de hogar que tanto gusta en este tipo de viviendas: unas buenas alfombras, cojines, mantas y plaids para resguardarse del frío en invierno, una estantería con libros, algunas fotos familiares, etc.

El diseño de casas de campo de una planta es una tarea compleja, pero si se hace bien el resultado puede ser un auténtico éxito. Un hogar para disfrutar del tiempo libre, que puede acabar convirtiéndose en un hogar definitivo.